Boletodecine.com

La saga de "Underworld" regresa a sus inicios

Toda historia tiene un comienzo. La nueva película de la exitosa franquicia Underworld llega para explicarnos el inicio de una de las sagas que supo mezclar con elegancia acción y vampiros hace ya unos años. Conocedor o no de las anteriores entregas esta especie de “spin-off” merece la pena ser vista por sí sola, ya que entre otros motivos, por una vez, el cine se sitúa a favor de los licántropos relegando al personaje del vampiro a un segundo lugar. Una vuelta de tuerca que sin duda hace que el film tenga un mínimo de interés.

La historia arranca con la creación de un licántropo, siervo de el rey y señor de los vampiros, para paliar los continuos ataques de licántropos, se crea un ejército que le ayudará a defender su reino. El problema llega cuando el protagonista se enamora de la hija del rey. Algo que solo puede acarrear problemas y que acabará con la sublevación de los licántropos. Dejando a un lado el argumento que puede ser más o menos interesante, y que fuera relatado de forma breve y en "flashbacks" en las entregas anteriores, lo que cabe resaltar es el punto de vista que escoge la película.
Rhona Mitra es Sonja, una guerrera vampira
En Underworld la rebelión de los lycans vemos una “desglamourización” del personaje del vampiro. Con el reciente boom de la saga Crepúsculo donde el vampiro aparece como el ser más vello y elegante de la tierra, en Underworld se nos presenta a un vampiro distinto, más real si así se quiere ver. Son seres dictatoriales, poderosos, fríos, sin ningún tipo de escrúpulos. En resumen el tipo de vampiro que Bram Stoker describe en su libro y que con el paso del tiempo ha ido evolucionando hasta convertirse más en un playboy que en un monstruo. Aunque se les ve refinados en apariencia son crueles y tiránicos.
Michael Sheen es Lucian líder de los Lycans
Por el contrario los licántropos son retratados como los pobres esclavos de los vampiros, seres con sentimientos y deseos de libertad que están subyugados a los deseos de una raza superior. Por supuesto el tronco argumental de la película tratará de igualar esta diferencia. A estas alturas es de agradecer este cambio de punto de vista, estamos ya muy acostumbrados a la temática vampírica que aunque siempre es muy atrayente está falta de nuevas ideas. Underworld la rebelión de los Lycans llega para hacerse un hueco y mostrar que se puede contar la mítica guerra entre vampiros y licántropos desde otro punto de vista y seguir siendo muy entretenida.

Sí los licántropos son más feos y van a cuatro patas pero detrás hay una historia muy interesante que prácticamente nunca ha sido contada. Incluso el destino de los humanos, quienes son productores de la riqueza de los vampiros al pagarles por protección, están más del lado de los "licantropos" ya que los esclavos son convertidos en "hombres lobos" para mano obrera de los acaudalados vampiros. El trasfondo social es implícito aunque no muy elaborado.
El trasfondo social de la esclavitud de los lycans tambien es tema en la cinta
Las señas de identidad de la saga por el contrario siguen latentes, grandes dosis de acción que durante hora y media de película se distribuyen de manera inteligente sin llegar en ningún momento a cansar. Subtrama amorosa que actúa como desencadenante del conflicto final y nos humaniza un poco a los vampiros, aunque solo sea por su protagonista femenina Sonja (Rhona Mitra). Grandes escenarios tintados de azul y con constante lluvia, piedras que sirven como paredes de grandes castillos y oscuros calabozos, entre otras locaciones.

Un punto interesante del film es la nueva ambientación histórica, en las anteriores entregas la trama se situaba en un mundo urbano, aquí retrocedemos en el tiempo a una época de espadas y garrotes. Siempre es interesante y gratificante ver a un vampiro enfundado en su armadura luchando contra un licántropo fuera de control.
La relación de padre e hija y de soberano a súbdito entre Viktor y Sonja es una de las claves de la cinta
La película sorprende por su apabullante sencillez, sin más pretensiones que entretener lo consigue casi sin ningún tipo de esfuerzo ni artificio. Sus casi dos horas de duración pasan en un suspiro mientras disfrutamos de luchas y diálogos a partes iguales. Tal vez uno de sus puntos negativos sean los efectos visuales, que no son muy elaborados, pero son aceptables. Del mismo modo que algunas batallas se desarrollan en mil planos de 2 segundos de duración con lo que al final no sabemos muy bien que ha pasado durante el transcurso de ellas. Quitando algunos detalles como los anteriormente mencionados y algunas escenas cogidas con pinzas (como la escena de “sexo” entre los dos protagonistas, la cual no es mala en sí aunque desentona un poco con el resto de la trama y se hace muy apresurada) la película se mantiene a un buen nivel, incluso con la violencia explicita y muy gráfica.

Cabe destacar que pese a la ausencia de el reclamo principal de la saga que es Kate Beckinsale (para ser justos la historia no ameritaba que ella estuviera en esta entrega y el parecido que tiene Rhona Mitra con ella es asombroso) la película se mantiene a un perfecto nivel de actores, sin haber grandes conocidos en el elenco, no hay ninguna interpretación que parezca fuera de tono.
La trágica historia de Sonja se contó brevemente en las entregas anteriores y en esta precuela se explora en detalle
Es más, Bill Nighy quien como Viktor es insuperable y el cual estuvo presente en las dos entregas anteriores, es él quien lleva esta cinta. Tambien mencionamos el papel de Michael Sheen, actor que ha ganado notoriedad por su reciente rol como David Frost en la cinta "Frost/Nixon", aunque hace un buen trabajo como el líder de los "lycans", Lucian y quien también estuvo en las entregas anteriores, queda relegado en segundo plano porque es la relación de Viktor y Sonja (Rhona Mitra) lo que llama más la atención, haciendo eco de la relación que tendrían en las otras entregas el propio Viktor con Selene (Kate Beckinsale).
Los vampiros lucen sofisticados pero con intenciones viles
Es Bill Nighy, como Viktor, con su potente voz y sus ojos brillantes quien hace que toda la historia tenga fuerza y quien hace que cada frase que diga sea memorable.

En resumen, esta tercera Underworld es sin lugar a dudas la elección perfecta para pasar hora y media de entretenimiento puro y duro, olvidarse de los problemas y enfrascarse en el mundo de sombras de la eterna lucha entre vampiros y hombres lobos. No hay pistolas y hay espadas y ballestas automáticas, y no está Kate (aunque tiene un breve "cameo" que hace que esta historia se una a las otras), pero la esencia de la saga, sorprendentemente, se sigue respirando. Mientras no se pierda esto, lo más seguro es que tengamos Underworld para rato.

"Inframundo: La Rebelión de los Lycans" estrena este próximo viernes en los mejores cines de Panamá. No te la pierdas !

Últimos reportajes: